Para 4 personas:

Láminas de pasta fresca

2 u. Peras

100 gr Queso fresco

50 gr de Parmesano rallado

Nueces peladas

Para la salsa:

2 Chalotas

1 cda pequeña de Azúcar moreno

200 ml de Vino de Oporto

200 gr de Hígado de pato fresco

100 ml Nata de cocinar

Sal y pimienta negra

 

Elaboración:

Para la pasta:

Pelar la pera, descorazonar y cortar en dados pequeños. Mantenerla en agua muy fría con un chorrito de limón para evitar que se oxide.

En un bol de acero inox o cristal, mezclaremos el queso fresco con las nueces peladas y picadas, escurrir la pera del agua y añadir a la mezcla.

Cortar las láminas de pasta en cuadrados de 10 cm x 10 cm y rellenar con la farsa anterior. Recoger las puntas y dar forma de saquito apretando con la punta de los dedos entre el relleno y los extremos de la masa. Espolvorear con harina y reservar.

 

Para la salsa:

En un cazo, dorar el hígado de pato y dejar que se funda la grasa. Retirar el hígado y a fuego suave, dorar la chalota picada en brunoise. Añadir la cucharada de azúcar moreno y caramelizar. Mojar con el vino de Oporto y dejar reducir. Añadir el hígado que hemos utilizado anteriormente y añadir la nata. Dejar cocer unos minutos, salpimentar y triturar la salsa. Colar.

En una olla con abundante agua con sal cocer la pasta 3 minutos con cuidado de que no se rompan los saquitos. Sacar del agua hirviendo y añadir la pasta a la salsa, remover para que se empape bien con la salsa y servir.

Acompañar el plato con unos espárragos trigueros escaldados en el mismo agua de cocción de la pasta y espolvorear por encima unas nueces para darle un toque crujiente.

Se me hace la boca agua… 😉

 

Nota:

En lugar de hacer saquitos podemos hacer ravioli, tortelloni, panzerotti. Cualquier forma que se nos ocurra mientras estén rellenos.

El relleno puede cambiarse por cualquier otro. Eso a gusto del consumidor!!!

En caso de no tener chalota en casa lo podemos sustituir por puerro.